Archivo mensual: May 2012

Joe Dispenza «Creamos la realidad con nuestros pensamientos»

Recuperamos una entrevista de la revista Magazine realizada al bioquímico Joe Dispenza en septiembre de 2010 por ser un tema imprescindible para entender todo aquello que queremos difundir.

Joe Dispenza estudió Bioquímica en la Universidad de New Brunswick (Nueva Jersey) y es doctor en Quiropráctica por la Life University de Atlanta (Georgia). Llena salas de conferencias en Estados y Unidos y Europa explicando de forma sencilla cómo cambiar. Cómo los pensamientos provocan reacciones químicas que influyen directamente en la salud y crean una realidad propia. Lleva décadas estudiando la neuroplasticidad, esa capacidad que tiene el cerebro de adaptarse a los cambios y modificar los circuitos que conectan todas las neuronas.

Él es un ejemplo vivo de su propio cambio. A los 24 años sufrió un grave accidente que afectó a sus vértebras dorsales. Le vaticinaron que se quedaría toda la vida en una silla de ruedas. Pero decidió no operarse y experimentar, en cambio, la capacidad de regeneración de su propio cuerpo. Coautor del filme récord de taquillas Y tú qué sabes, que trata sobre el poder de elegir, en junio de 2010 ofreció un taller en la Universidad de Barcelona basado en su libro Desarrolla tu cerebro.

 

Alguien discute con su pareja y termina con un: “Soy así, no puedo cambiar”. ¿Qué le diría usted?
Que no es verdad. Se producen una serie de reacciones químicas en el cuerpo que hacen creer que no se puede cambiar, pero la evidencia de la ciencia dice todo lo contrario. Hay que olvidar la idea de que el cerebro es un órgano estático, rígido e inmutable. Sí, podemos cambiar.

¿Cómo? 
Cambiando de pensamiento. El interruptor que activa el cambio es la voluntad, porque desencadenará una nueva información. Cambiar es pensar de forma más amplia, trascender tu propio entorno. Es conectarte a un sueño, a una idea que ya existe en el campo cuántico de posibilidades. Es creer en ese futuro cuando todavía no se puede percibir con los sentidos.

¿Por qué es tan difícil cambiar?
Porque las reacciones emocionales son muy adictivas. Puedes decirte a ti mismo que no te gusta tu trabajo ni tu relación de pareja, que no te gusta nada de lo que haces y tienes en tu vida. Pero eso es una emoción que la mente ha memorizado para reafirmar su identidad. Esas reacciones químicas alteran nuestra percepción de la realidad e impiden la entrada de cualquier otro tipo de información en nuestro cerebro. Para cambiar hay que romper esa emoción.

Pero no es nada fácil cambiar los pensamientos.
Lo primero que hay que hacer es observarlos y relacionarlos con lo que te pasa en la vida. Así uno empieza a ver reflejados en su cotidianidad los efectos que ha creado con cada uno de sus pensamientos.

¿Por qué da miedo cambiar?
Porque eso supone pasar de una situación cómoda y predecible a otra desconocida. La mayoría de las personas sueñan con emprender cosas nuevas, pero no pasan a la acción, se quedan en el plano intelectual. ¿Cómo podemos realizar estos proyectos si seguimos apegados a lo familiar y convivimos con esta vieja personalidad? Para experimentar algo nuevo tenemos que arriesgar, dejar el territorio de lo predecible y entrar en el terreno de la incertidumbre.

¿Qué se debe cambiar para crear una nueva vida?
Hay que cambiar no sólo lo que se piensa y se hace sino también cómo se siente. Uno no puede esperar que pase algo diferente en su vida si tiene los mismos pensamientos, hace las mismas cosas y abraza las mismas emociones cada día. Si somos capaces de cambiar la interpretación de nuestra realidad, nuestro cerebro trabajará con nuevas secuencias y patrones. Y eso es lo que cambia la mente, porque la mente es el cerebro en acción.

¿La neurociencia puede demostrar que los pensamientos crean el camino?
El modelo neurocientífico dice que podemos cambiar en cualquier momento de nuestra vida. Cambiaremos nuestro cerebro con cada nuevo pensamiento, con cada nueva experiencia, con cada sueño que persigamos. El ingrediente principal es la información, el conocimiento. Cada vez que aprendemos algo nuevo añadimos una nueva conexión en nuestro cerebro.

¿Cómo se puede enseñar a los hijos a no ser personas definitivas, a vivir en el cambio?
Lo primero es enseñarles inteligencia emocional, enseñarles a controlar las emociones y decirles que las emociones son lo que nosotros somos. En segundo lugar no hay que enseñarles nada que nosotros no seamos capaces de hacer. Los niños se fijan más en lo que hacemos que en lo que decimos porque tienen más activas un tipo de neuronas llamadas neuronas espejo, que copian lo que hacemos. Si quieres que estén de acuerdo con el cambio, demuéstrales lo versátil que eres, y así serán independientes. En tercer lugar, no se debe intentar razonar con los hijos durante una reacción emocional porque te van a dejar solo. Hay que permitirles la libertad de tener esa reacción y hacerles saber que se les está observando. Al cabo de un rato se les debe hablar sobre lo que uno quiere cambiar de sí mismo y crear el entorno para que ellos empiecen a observar quiénes son, sin juzgarlos. Y preguntarles qué harían diferente si vivieran de nuevo la misma experiencia. De esa forma se empieza a cambiar su cerebro y su cuerpo mucho más allá de la experiencia presente. Y se les da confianza para que empiecen a abrirse a su propio potencial.

¿En cada momento se vive lo que uno ha creado con sus pensamientos?
Sí. Sin duda. Somos los creadores de nuestras realidades. El problema es que la mayor parte del tiempo son nuestros pensamientos inconscientes los que crean esa realidad. Son programas que funcionan justo debajo de nuestra conciencia y que memorizan comportamientos, pensamientos y reacciones emocionales. Estos son los que crean esa química que nos hace reaccionar siempre de la misma manera.

Pero nadie quiere vivir una enfermedad o un accidente, por ejemplo.
Uno mismo no crea ese accidente o esa enfermedad de forma consciente, pero quizás ha estado pensando inconscientemente cuán terrible es su vida, cuánto está sufriendo, lo triste que se siente, cuánto dolor tiene dentro… Ha creado, en su subconsciente, un refuerzo de las emociones de dolor y sufrimiento, y eso se refleja fuera, en su vida, en un accidente o enfermedad. Hay algo importante: nunca debemos culparnos por nuestras creaciones, todo es aprendizaje.

La clave es cambiar el propio estado emocional…
Las emociones son experiencias que el cuerpo memoriza. Si una persona está viviendo con las mismas emociones cada día, es que no le está ocurriendo nada nuevo. El cuerpo cree que está en la misma experiencia todo el día. La redundancia de este ciclo entrena al cuerpo para estar en el pasado en vez de en el momento presente, y la persona, con sus pensamientos, vuelve consistentemente al pasado porque su emoción está conectada al pasado. Cuando una persona quiere cambiar intenta pensar en un futuro, pero las emociones le devuelven al pasado. Por eso es tan importante cambiar nuestro estado emocional.

¿Las enfermedades, las crisis, las pérdidas hay que verlas como un trampolín para cambiar?
Esos traumas, esas crisis, son, efectivamente, catalizadores del cambio. Una gran mayoría de las personas requiere de un estado de sufrimiento para decidirse a cambiar. Pero también podemos cambiar desde un estado de bienestar y de alegría mediante el proceso de soñar una nueva vida. No es cierto que nuestro destino se encuentre escrito en los genes.

¿Cuál es el mayor factor desencadenante de las enfermedades?
Entre un 75% y 90% de los occidentales acude al médico debido al estrés emocional. Emociones que se esconden detrás del estrés y que tienen que ver con el enfado, la frustración, el odio, el juicio, el dolor, el sufrimiento, la culpa, la desesperanza, el miedo, la ansiedad, la falta de poder, la inseguridad… Si estás ante un reto, tu cuerpo crea un montón de reacciones químicas para movilizar esa energía. Esencialmente, los pensamientos y las emociones pueden hacernos enfermar, pero si nos hacen enfermar también nos pueden sanar.

Los humanos saben que quieren cambiar, pero la mayoría de las veces no tienen la evidencia de lo que quieren ser o hacer.
Es cierto. Cuando no sabes qué quieres ser o hacer, primero debes decidir quién no quieres volver a ser, de qué modo no quieres volver a pensar jamás, cómo no quieres sentirte y cómo no quieres actuar. Tienes que empezar a crear y reinventarte a ti mismo, romper el hábito de ese yo antiguo y reaprender. El pensamiento positivo no es suficiente, hay que entrar dentro de uno mismo y empezar a deconstruir.

Usted tuvo un accidente muy grave de joven, y los médicos le dijeron que no volvería a andar. ¿Por qué creó ese accidente y cómo lo superó?
A mis 24 años vivía una vida de éxito y bienestar que yo creía que era completa. El accidente fue probablemente una de las mayores bendiciones de mi vida, porque me llevó a cuestionar mis valores y a empezar a pensar en mis prioridades. Cuando te rompes seis vértebras dorsales y tienes fragmentos óseos en la médula y cuatro médicos te dicen que nunca más vas a volver a andar, no vuelves a vivir una vida normal. Llegué a comprender principios universales que me parecían pura teoría filosófica. Me aconsejaron que me operara, pero decidí no hacerlo y experimentar, en cambio, lo que sentía, ser coherente con mi pensamiento. Pensé que el poder que hizo el cuerpo cura el cuerpo, base de la filosofía quiropráctica. Hay una inteligencia en cada ser humano que nos da vida, y conecté con esa inteligencia durante todo el tiempo, sin hacer nada más que dedicarme a mi curación. No podía imaginar mi vida con hierros en la espalda y viviendo de medicinas. Quería dar a esa inteligencia un plan muy específico y que ella hiciera lo mejor para mí. Los átomos son nada en un 99,999 por ciento, nada material, pero lo son todo en potencia. Esa inteligencia organiza todo eso. Cuando empecé a notar cambios en mi cuerpo, físicamente, presté mucha atención a lo que hacía con mi cuerpo y con mi mente y lo repetí y repetí hasta que la repetición de ese ciclo empezó a sanar mi cuerpo.

¿La repetición es la base para crear cualquier realidad más elevada?
La grandeza es creer en ese futuro que existe más allá de nuestros sentidos y mantenerlo vivo en nuestra mente hasta que el evento realmente sucede. ¡No creamos las cosas porque no creemos que seamos capaces de hacerlo! Las personas no comprenden que los pensamientos producen grandes efectos en sus vidas. Quizás tengan algunos pensamientos conectados a un estado elevado de emoción, ¡pero sólo durante 15 minutos al día! Y se preguntan: “¿Cómo no ha sucedido el cambio todavía?”. Es porque las otras 23 horas y 45 minutos, su mente está vagando por todas partes: están enfadadas, negativas, juzgando. Para actuar sobre la realidad tenemos que alcanzar estados más elevados de conciencia y dejar entrar emociones nutritivas, como la gratitud, la alegría, la apreciación de las cosas. La dificultad reside en cómo llegar a ese punto, porque la mente analítica dirá: “¿Por qué voy a dar las gracias o estar alegre si no me ha pasado todavía?”. Eso es el antiguo modelo de pensamiento. Muchas personas, secretamente, creen en su propio poder, pero nunca hacen un hueco para saber realmente qué quieren.

¿Tiene mucho que ver la meditación en este proceso?
La meditación es el primer paso para producir cambios. Es una técnica que enseña a observar los pensamientos y aquietar la mente. Te lleva a saber dónde estás y a cambiarte a ti mismo, porque cambia la relación entre la mente y el cuerpo. En ese estado del ser donde sólo hay conciencia estamos produciendo un campo electromagnético que afecta a ese cambio. Después de meditar es imposible tener mal humor.

¿Qué efecto produce el silencio mental en las células?
El lóbulo frontal del cerebro (lo que denominamos tercer ojo) es la última pieza de nuestro sistema neurológico. Cuando nuestra parte divina controla nuestra parte animal, el cerebro cambia fisiológicamente. En experimentos con monjes budistas rezando se ha comprobado cómo el lóbulo frontal aísla ese control animal y, en consecuencia, silencia el resto del cerebro, enfría las células cerebrales que tienen que ver con el tiempo y el espacio, con el cuerpo y con nuestra identidad. Entonces no se procesa nada más. A eso lo llamamos paz. A través del silencio pasamos de ser alguien con opiniones o juicios a un campo cuántico donde somos no alguien. Ahora la mayor parte de la humanidad está preparada para alcanzar ese campo.

Si el mundo es un reflejo de lo que sucede a las personas, ¿se podría decir que el ser humano está viviendo una revolución celular?
Estamos en un tiempo en la historia donde el cambio tiene que ocurrir. Pero para hacer que algo nuevo ocurra, lo viejo tiene que morir. Muchos paradigmas están colapsados: los modelos político, médico, económico, medioambiental… El ser humano debe empezar a hacerse preguntas más importantes y dejar de creer en superestructuras… Es tiempo para los individuos.

¿A qué se debe la falta de liderazgo de los políticos? ¿Están perpetuando viejas estructuras?
Las emociones que la mayoría de nosotros tenemos y que crean esas situaciones de egoísmo que hemos comentado, desafortunadamente, son las mismas que tienen nuestros líderes. No puedes dar la paz en una iglesia y salir pisando a los demás al salir porque tienes prisa. Esa es una típica oposición entre el cuerpo y la mente, no hay coherencia entre lo que dices, lo que haces y lo que piensas.

Si existe una mente común, una red de pensamiento a la que toda la gente está unida, ¿con qué pensamientos se podrían crear nuevos líderes?
La sustancia que unifica las células y el universo entero es el amor. En una neurona se puede observar cómo una cierta cantidad de esa sustancia desconecta los patrones antiguos de pensamiento. Se da cuando empezamos a tomar decisiones que consideran al todo. Primero hay que sentir amor por uno mismo y, en consecuencia, amamos todo lo demás. Si no nos gustan ciertas cosas, debemos eliminarlas antes en nosotros.

¿Es posible que la actual crisis se materializara porque muchas mentes la crearon con sus pensamientos?
Como científico, le digo que sí, ¡evidentemente! La crisis ha estado en la mente de todas esas personas.

¿Cómo será el cerebro de un hombre consciente?
Tendrá muchas más conexiones sinápticas, las que comunican entre sí la información que contienen las neuronas. Veremos el cerebro trabajando en una forma de pensamiento más coherente, con transmisiones neurológicas mucho más rápidas. El lóbulo frontal estará completamente conectado con el subconsciente, y tendremos neurotransmisores secuenciados desde la glándula pineal, que mejorarán nuestra percepción de la realidad. Quizás algunas personas estén a las puertas de un cambio de potencial de su cerebro. Lo único que sé es que no puedes esperar a que el cambio se produzca. Tienes que actuar sobre él. Dios no te elige, tú te eliges.

Invictus – William Ernest Henley

Más allá de la noche que me cubre

negra como el abismo insondable,

doy gracias a los dioses que pudieran existir

por mi alma invicta.

 

En las azarosas garras de las circunstancias

nunca me he lamentado ni he pestañeado.

Sometido a los golpes del destino

mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.

 

Más allá de este lugar de cólera y lágrimas

donde yace el Horror de la Sombra,

la amenaza de los años

me encuentra, y me encontrará, sin miedo.

 

No importa cuán estrecho sea el portal,

cuán cargada de castigos la sentencia,

soy el amo de mi destino;

soy el capitán de mi alma.

 

La Universidad de Padres

La Universidad de Padres es un proyecto pedagógico dirigido por José Antonio Marina para colaborar con los padres durante todo el proceso educativo de sus hijos. La idea fundamental de este proyecto es que toda la sociedad debe ayudar en esta tarea. Aspiramos a recuperar un discurso educativo optimista y alegre, que en la actualidad se ha olvidado.

Para educar a un niño, hace falta la tribu entera.

(proverbio africano)

Universidad de Padres (UP) es una fundación sin ánimo de lucro sin ninguna relación religiosa o política, y financiada por personas e instituciones privadas cuyos nombres serán públicos. En muchas ocasiones los padres se sienten solos ante sus responsabilidades educativas y desbordados por la complejidad de las situaciones. No pretendemos dar recetas de consultorio, sino poner a disposición de los padres los conocimientos que la experiencia pedagógica y las ciencias del niño nos proporcionan. Los cuatro objetivos principales son:

  • Proporcionar información rigurosa sobre la educación de los hijos
  • Asesorarles para que desempeñen bien sus responsabilidades educativas. Los padres tienen que encontrar su propia manera de educar.
  • Informarles sobre los recursos educativos que tienen a su disposición.
  • Crear una comunidad de padres interesados por mejorar la educación familiar, que compartan sus inquietudes y experiencias.

 

Superpadres

Superpadres es el primer programa educativo, 100% online, para ayudar a los padres y madres en la difícil tarea de educar a sus hijos para que sean felices y buenas personas. Superpadres colabora contigo a lo largo del proceso educativo de tus hijos con un proyecto pedagógico sólido y optimista.

Un modelo educativo basado en la “Educación para el talento”:

  • Con información rigurosa sobre la educación de tus hijos.
  • Cursos, actividades y talleres diseñados específicamente en función de la edad de tus hijos.
  • Conoce y pon en práctica los recursos educativos a tu disposición.
  • Comparte tus inquietudes y experiencias en la comunidad Superpadres.

 

La inteligencia ejecutiva

La Inteligencia ejecutiva es la última aportación del filósofo José Antonio Marina a la educación de nuestros hijos. En anteriores ocasiones ha tratado otros temas tan diversos e interesantes como: “La educación del talento”, “El cerebro infantil”, “Los secretos de la motiviación”, etc. Podéis encontrar todos sus títulos en la propia biblioteca online de la UP.

La Inteligencia ejecutiva es un nuevo modo de definir la inteligencia humana.  Durante mucho tiempo se ha pensado que su tarea principal era conocer, pero ahora sabemos que su función esencial es dirigir el comportamiento mediante metas elegidas, utilizando para ello el conocimiento y la gestión de las emociones. No basta con almacenar conocimientos, no basta con desarrollar la inteligencia emocional. Haberlo olvidado es la causa de graves problemas personales, educativos y sociales. La inteligencia ejecutiva se encarga de hacer proyectos, tomar decisiones, utilizar los conocimientos, gestionar las emociones, mantener el esfuerzo, aplazar la recompensa, realizar metas a largo plazo. En ella tiene su origen la libertad humana.

Esta nueva idea de inteligencia hace posible una nueva pedagogía. Podemos educar la gran máquina generadora de ocurrencias, para que sea eficaz y brillante, y debemos educar las funciones ejecutivas, para  seleccionarlas y ponerlas en práctica. Ambas cosas hacen posible la Educación del Talento. Nuestro gran objetivo.
Esa inteligencia no es innata, el niño tiene que aprenderla. Será su gran talento. Ayudarle a que lo consiga debe ser el gran objetivo educativo inmediato. Estamos en el inicio de una nueva era.

 

José Antonio Marina

José Antonio Marina (Toledo, 1939), es probablemente el más conocido de los pensadores españoles de la actualidad. En su larga trayectoria ha compaginado la investigación filosófica con el trabajo como profesor de Filosofía en un instituto de enseñanza secundaria madrileño.

Es Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia, Premio Nacional de Ensayo y Premio Giner de los Ríos de Innovación Educativa. Ha dedicado su vida profesional a la investigación sobre la inteligencia y la educación.

En el año 2005 puso en marcha la iniciativa “Movilización Educativa de la Sociedad”, cuyo objetivo es fomentar la participación de toda la sociedad en la mejora de la educación.

Ha expuesto su proyecto educativo en libros como “Aprender a vivir” (Ariel), “Aprender a convivir” (Ariel), “La magia de leer” (Plaza y Janés), “La magia de escribir” (Plaza y  Janés), “Teoría de la inteligencia creadora” (Anagrama), “Ética para náufragos” (Anagrama), y los libros de texto de “Educación para la ciudadanía”, “Educación cívica y Filosofía” para la editorial SM;  “La educación del talento”, “El cerebro infantil: la gran oportunidad”, “Los secretos de la motivación” y “La inteligencia ejecutiva” (Biblioteca UP. Ariel)  y “Las culturas fracasadas” (Anagrama) y, el último publicado  “Pequeño tratado de los grandes vicios” (Anagrama).

Es el presidente de la Fundación educativa Universidad de Padres y el creador del proyecto educativo de Superpadres.

La Economía del Bien Común, un modelo alternativo y sostenible

La Economía del Bien Común se presenta como un modelo económico alternativo y sostenible al actual sistema de mercado capitalista y a la economía planificada, tal como lo presenta su creador Christian Felber:

A continuación presentamos un resumen del modelo en 20 puntos, 1 de febrero de 2012.

Según una encuesta de la fundación Bertelsmann, el 80 por ciento de los alemanes y el 90 por ciento de los austriacos esperan un nuevo orden económico. La economía del bien común (Deuticke, 2010) es un sistema económico alternativo completo, los fundamentos habían sido desarrollados por Christian Felber en Nuevos valores para la economía (Deuticke, 2008) y más tarde pulidos por un, cada día mayor, círculo de empresarios. El fin es escapar de la discusión estéril: “Quien está contra el capitalismo, está con el comunismo” y ofrecer un camino concreto y viable para el futuro. Hasta finales del 2011 apoyaron la iniciativa más de 500 empresas de 13 países. 200 empresas pioneras aplicarán el corazón del modelo, el Balance del Bien Común. El movimiento crece globalmente en cada día más ramas de actuación. 31 “Campos de energía” (grupos de apoyo local) se han fundado hasta la fecha en Austria, Alemania, Italia, Suiza, Liechtenstein, España, Argentina y Honduras.

Aquí presentamos los 20 puntos centrales:

1. La economía del bien común se basa en los mismos valores que hacen florecer nuestras relaciones: confianza, cooperación, aprecio, democracia, solidaridad. Según recientes investigaciones científicas conseguir buenas relaciones es la mayor fuente de motivación y felicidad de los seres humanos.

2. El marco legal económico experimenta un giro radical, cambiando las reglas del juego de afán de lucro y competencia por cooperación y contribución al bien común: Empresas que practican la cooperación serán recompensados. En cambio, el comportamiento competitivo conlleva desventajas.

3. El éxito económico no es medido por indicadores monetarios como el beneficio financiero o el BIP, sino con el balance del bien común (a nivel de empresas) y el producto del bien común (a nivel de sistema). El balance del bien común se convierte en el balance principal de todas las empresas.

Cuanto más social, ecológica, democrática y solidaria sea la actividad, mejores serán los resultados del balance del bien común alcanzados. Mejorando los resultados del balance del bien común de las empresas en una economía nacional, mejorará el producto del bien común.

4. Las empresas con buenos balances del bien común disfrutarán de ventajas legales: tasas de impuestos reducidas, aranceles ventajosos, créditos baratos, privilegios en compra pública y a la hora de reparto de programas de investigación, etc. La entrada en el mercado se verá, por tanto, más favorecida para actores éticos y sus productos y servicios, que los de los no-éticos, indecentes y no ecológicos.

5. El balance financiero será el balance secundario. El beneficio financiero pasa de ser fin a ser medio. Éste sirve sólo para aumentar el ‘nuevo’ fin empresarial: Aportación al bien común. Los excedentes del balance financiero deberán utilizarse para: inversiones con plusvalía social y ecológica, devolución de créditos, depósitos en reservas limitadas, bonificación a los empleados de forma restringida, así como créditos sin intereses a empresas cooperadoras. No se utilizarán los excedentes para bonificar a personas que no trabajan en la empresa, adquisición hostil de otras empresas, inversión en mercados financieros (éstos dejarán de existir), o aportaciones a partidos políticos. En contrapartida, el impuesto sobre el beneficio empresarial será eliminado.

6. Como el beneficio financiero es ahora un medio, y deja de ser un fin, las empresas pueden esforzarse hacia su tamaño óptimo. No tienen que temer ser adquiridas, o sentirse obligadas a crecer para ser más grandes, más fuertes o con mayores beneficios. Todas las empresas están liberadas de la coerción de crecer y tragar.

7. Existiendo la posibilidad de aspirar sin miedo al tamaño óptimo, habrá muchas empresas pequeñas en todas las ramas. Como no tienen que crecer más, les será más fácil cooperar y practicar la solidaridad. Se pueden ayudar mutuamente con conocimientos, tecnología, encargos, personal o créditos sin interés. Serán recompensadas con resultados del balance del bien común positivos. Las empresas van formando una red de aprendizaje solidaria, la economía se transforma en un sistema win-win.

8. Las diferencias de ingresos y patrimonios serán limitadas: Ingresos máximos de por ejemplo 20 veces el salario mínimo. Propiedades que no excederán p. ej. los 10 millones de euros, el derecho de cesión y herencia, 500.000 euros por persona, en empresas familiares a 10 millones de euros por hijo. El excedente sobre estos límites serán repartidos a través de un “fondo de generaciones” como “Dote democrático” a las siguientes generaciones: igualdad de capital inicial significa mayor igualdad de oportunidades. (Los márgenes exactos deberán ser definidos democráticamente en una asamblea económica.)

9. En grandes empresas a partir de un elevado numero de empleados (por ejemplo, más de 250) los derechos de decisión y propiedad pasan parcial y progresivamente a los empleados y ciudadanos. La población podrá ser representada directamente a través de “parlamentos económicos regionales”. El gobierno no posee derecho decisorio o de intervención en empresas publicas.

10. Esto es igualmente válido para los bienes democráticos, la tercera categoría de propiedad, junto a una mayoría de pequeños y medianos empresarios y grandes empresas de propiedad mixta.

Por bienes democráticos entendemos instituciones económicas públicas en campos de enseñanza, salud, acción social, movilidad, energía, o comunicación: la infraestructura básica.

11. Un bien democrático importante es el banco democrático. Éste sirve, como todas las empresas, al bien común y, como todos ellos, controlado por la ciudadanía soberana y no por el gobierno. Sus servicios consisten en depósitos de ahorro garantizados, cuentas corrientes gratuitas, créditos de interés reducido y créditos de riesgo como plusvalía social y ecológica. El Estado se financia primordialmente a través de créditos sin interés del Banco Central. El Banco Central obtiene el derecho exclusivo de la creación de dinero y efectúa las transacciones de capitales internacionales para impedir evasión fiscal. Los mercados financieros en la forma actual ya no existen.

12. Siguiendo la propuesta de John Maynard Keynes del 1944, se establece una cooperación monetaria global a base de una unidad de calculación (p. ej. “globo”, “terra”) para el comercio internacional. A nivel local, monedas regionales pueden complementar la moneda nacional. Para protegerse de la competencia injusta, la UE inicia una zona de comercio justo (Zona del Bien Común) con estándares armonizados o con tarifas aduaneras correlacionadas con el resultado del BBC de la empresa productora. A largo plazo, la meta es una Zona del Bien Común en la ONU.

13. A la naturaleza se le concede un valor propio por lo cual no puede transformarse en propiedad privada. Quien necesite un pedazo de tierra para vivir, agricultura o comercio, se le cede una superficie limitada de forma gratuita o pagando una tasa de utilización. El uso de la tierra está condicionado a criterios ecológicos y al uso concreto. Esto será el final de la especulación inmobiliaria, el “landgrabbing” (apropiación de grandes superficies por multinacionales u otros países) y el latifundismo. En contrapartida, se anula el impuesto sobre el terreno.

14. El crecimiento económico deja de ser un fin. Un nuevo objetivo será la reducción de la huella ecológica de personas privadas, empresas y naciones, hacia un nivel globalmente sostenible y justo.

El imperativo categórico de Kant será extendido a la dimensión ecológica. Nuestra libertad de elegir un estilo de vida determinado encuentra su fin cuando limita la libertad de otros de elegir el mismo estilo de vida o por lo menos llevar und vida en dignidad. Personas privadas y empresas serán incentivadas para medir su huella ecológica y reducirla a un nivel globalmente sostenible y justo.

15. El horario de trabajo retribuido se verá reducido escalonadamente hacia la marca, deseada por mayoría de 30 a 33 horas semanales. De este modo queda tiempo libre para otros tres campos de trabajo de gran importancia: trabajo de relaciones y cuidados (niños, enfermos, ancianos), trabajo de crecimiento personal (desarrollo de la personalidad, arte, jardín, ocio), trabajo en la política y actividades públicas. Como consecuencia de este reparto más equilibrado entre las distintas actividades, el estilo de vida se hará más suficiente, menos consumidor, y más sostenible.

16. Cada décimo año en la profesión es un “año sabático” que será financiado a través de un salario mínimo incondicional. Las personas pueden hacer en este tiempo lo que quieran. Esta medida descarga el mercado de trabajo en un diez por ciento de la tasa de desempleo en la Unión Europea.

17. La democracia representativa será completada por la democracia directa y la democracia participativa. La ciudadanía soberana debería poder controlar y corregir su representación, decretar leyes por si misma, modificar la constitución y poder controlar las infraestructuras de abastecimiento: ferrocarril, energía, agua, correos, bancos. En una democracia real son idénticos los intereses de los representantes y los de la ciudadanía soberana. Requisitos para ello son derechos constitucionales de co-legislar y de controlar por parte de la ciudadanía soberana.

18. Todos los puntos angulares deberán madurarse a través de discusiones intensas en un amplio proceso de bases, antes de que se conviertan en leyes elaboradas por una asamblea económica directamente elegida; su resultado se votará democráticamente por la ciudadanía soberana. Lo que sea aceptado, se introducirá en la constitución y sólo podrá volverse a cambiar con el respaldo de la ciudadanía soberana. Aparte de la asamblea económica del bien común puede haber otras convenciones para profundizar la democracia: asamblea para la educación, asamblea para los medios de comunicación o una asamblea para el desarrollo de la democracia.

19. Para afianzar en los niños los valores de la economía del bien común y poderlos practicar, el sistema de educación debería estar orientado igualmente hacia el bien común. Esto requiere otra forma de enseñanza y otros contenidos, como por ejemplo: emocionología, ética, comunicación, educación democrática, experiencia de la naturaleza y sensibilización corporal.

20. Debido a que en la economía del bien común, el éxito empresarial posee un significado muy diferente al que actualmente recibe, se demandan otras competencias de gestión. Las empresas ya no buscan a los gerentes más duros y ejecutivos de la “eficiencia cuantitativa”, sino a los más responsables y socialmente competentes, los más empáticos y sensibles que consideran la co-determinación como una oportunidad y un beneficio para todos.

La economía del bien común no es ni el mejor de los modelos económicos ni el final de una historia, sólo el paso siguiente hacia un futuro más sostenible, justo y democrático. Se trata de un proceso participativo, de desarrollo abierto que busca sinergia en procesos similares como: economía solidaria, economía social, movimiento de bienes comunes, economía del postcrecimiento o democracia económica. Juntando sus esfuerzos, una gran cantidad de personas y actores son capaces de crear algo fundamentalmente nuevo. La implementación de la visión requiere motivación intrínseca y autorresponsabilidad, incentivos económicos, un orden político-legal coherente, así como concienciación. Todas las personas, empresas y comunidades están invitadas a participar en la reconstrucción de la economía hacia el bien común.

A modo de ejemplo práctico de este modelo económico presentamos la asociación elviart.

Si queréis profundizar más en este asunto os presentamos la conferencia de Christian Felber en Zaragoza en febrero de 2012:

Más información en: www.economia-del-bien-comun.org

Contacto: Ana Moreno: espania@economia-del-bien-comun.org